Con el firme propósito de convivir bien con la fachada, muro, porche o arquitectura de la que vaya a formar parte, la nueva Elipse destila una belleza tranquila, no quiere ser estridente, quiere ser discreta y resaltar lo que ilumine.
Un sencillo tubo de aluminio que permite proyectar la luz tanto por la parte superior como por la inferior. Una de las aperturas tiene forma sesgada, un detalle estético a la vista si la lámpara está apagada y que toma su máxima expresión al encenderse, cuando se dibuja una elipse perfecta en la propia lámpara y resalta en medio de la oscuridad. La otra apertura tiene forma redonda, un detalle inesperado que rompe el equilibrio y aporta modernidad. Se puede colocar como se prefiera, con la abertura sesgada hacia arriba o viceversa.
El interior del tubo es blanco y cuando se ilumina la luz crece, toma vida, en la oscuridad del exterior el objeto de la lámpara en sí casi desaparece y solo queda la luz como materia.
